Entradas populares de este blog
PARA XIMENS,de Asunción Buendía
Querido Javier Ximens: Te conocí primero por tus letras, a través de tu blog. Te leí muchas veces y un día me atreví a dejarte un comentario. Luego la casualidad en la que se suele enredar la vida me hizo conocer a alguien que te conocía y finalmente coincidimos en una apretadísima presentación del libro de una compañera de letras. Allí curiosamente entablé conversación con Saly, esa maravilla de compañera que tienes. La sensación final fue maravillosa, me sentí orgullosa de pertenecer un poquito a ese círculo enorme de amigos que había siempre a vuestro alrededor. Después por el hecho de vivir en Madrid nos vimos más veces, algunas me llamaste para compartir contigo (qué atrevimiento por mi parte) presentaciones para amigos que iban publicando. Gracias por eso, por ser tan respetuoso con todos, por compartir tu gran talla humana y ser un ejemplo de generosidad. En mi caso por animarme siempre, siempre. Por decirme lo que pensabas sobre mis relatos, tanto
TU SONRISA CON ALMA, de Luisa Hurtado
Llevamos días pensando en ti y en Sally pero es importante decirlo, intentar atar con palabras y tinta lo que uno piensa, recuerda y hasta ha olvidado. Recuerdo cuando nos conocimos, en la Puerta del Sol, en una quedada de madrileños como ha habido otras; creo que es la única vez que te he visto sin Sally (a ella lo conocí más tarde, a las puertas de la Microbiblioteca, como tu musa lo que me pareció sencillamente genial); desde ese momento te oigo decirme (¿cuántas veces?) que “los lunes ecologistas tenían que estar en las escuelas” pero, sobre todo y siempre, recuerdo tu pasión, tú hablabas, teorizabas, opinabas y mil cosas más y yo te escuchaba un poco apabullada y otro poco sorprendida, incapaz. Esa pasión y el tiempo acabaron por convertirte en alguien grande y sabio, en alguien a quien tener muy en cuenta y escuchar. Y leyendo ahora a los compañeros, recupero un recuerdo que había perdido. Me olvidé del “Autoepitafio”; he corrido a leerlo buscándote y, sí, ahí estabas.
Comentarios
Publicar un comentario